CONCEPTO
En un tiempo remoto, en una sociedad marcada por una belleza desconocida, surgieron las “Mujeres de Oro”. Estas figuras emblemáticas, dotadas de sabiduría y poder, eran las únicas guardianas de su riqueza cultural y espiritual. Su belleza exterior se complementaba con una profunda conexión con la naturaleza, especialmente con el agua, que les brindaba consejos y renovación.
Valientes y justas, luchaban no solo por su comunidad, sino por un entendimiento más profundo de la humanidad, defendiendo valores que iban más allá de lo superficial. Representaban la esencia de la fuerza interior y la bondad, recordando que el verdadero valor radica en lo que brilla en el interior, no en lo material. Así, se convirtieron en líderes que iluminaban el camino hacia una comprensión más profunda de la vida y la conexión con el mundo que las rodeaba.